¿QUO VADIS PENYA?. PALIZA GANADA A PULSO ANTE CAJALABORAL ( 57-74)

Día de fiesta en Badalona por la visita de un rival de categoría, por un partido de los que gustan ver , por uno de esos días que quedan señalados en el calendario para todos aquellos que disfrutan del baloncesto. Sin embargo, pese a las premisas previas nos hemos quedado con un palmo de narices, con poco espectáculo que llevarnos a casa, sin combate reñido y con una Penya en estado semicomatoso.

Únicamente un primer cuarto de gran juego verdinegro complementado por acierto en el tiro y ritmo entre ataque y defensa merced al control del rebote defensivo. Más allá de esos diez primeros minutos, hemos vuelto a sufrir la Penya desorden, sin esquemas, en un ejercicio de transformismo difícil de entender  si no conocemos las dos últimas temporadas de nuestro club. El resultado final ha sido un paseillo de los vascos que nadie hubiera firmado tras el final del primer parcial con los de Ivanovic sobreviviendo a base del acierto de Oleson.

Mal empezaba la tarde con la confirmación de la baja de Báez, jugador que ha ido perdiendo fuelle con el paso de las jornadas pero que ahora mismo es de los pocos que mira el aro con confianza y que es capaz de generarse puntos cerca de canasta. Su ausencia daba minutos a un Jordi Trias que atraviesa un ostracismo difícil de entender por aspectos puramente deportivos. Si el bajo rendimiento en pista fuera motivo de salida del equipo, tendríamos difícil presentar equipo en más de un partido.

Jordi ha aportado poco, como Norel, quedando el juego interior limitado a Tay Y Nacho que han cumplido y han sido básicos en aquellos primeros minutos de buen juego, trabajando bien el rebote  para dar velocidad y fluidez a un ataque que ha encontrado soluciones en tiro y contra ataque.

Pero la superioridad física de los de Ivanovic, subiendo lineas en defensa a partir del segundo cuarto, ha acabado con toda la inspiración y virtudes del juego verdinegro. Aguantar minuto tras minuto los choques contra las torres rivales, defender exteriores de la potencia de Teletovic, San Emeterio o el mismo Prigioni, ha superado a una Penya mentalmente justita y ha acabado con un resultado merecido pero inesperado.

Mención especial, sin intención de buscar excusas ni justificaciones, tiene el tema arbitral. Sin influir, insisto, en el resultado cuesta creer que sea tan sencillo pitar faltas en la zona verdinegra y cueste tanto hacerlo en la rival. Pese a acabar equilibrados en faltas a favor y en contra , la facilidad con la que pita una falta en ataque a Llovet en la única jugada en que un interior verdinegro encara el aro contrasta con la dificultad de penalizar un bloqueo en movimiento que deja baldado al jugador más destacado de nuestro equipo dos minutos después. Los empujones a Tay en el rebote de ataque han sido una constante y no ha habido manera de sacar una falta personal. Será por calidad y peso específico de los equipos o por no tener un entrenador de apellido balcánico y paradigmático de la mala educación pero algo falla en este asunto.

El partido como decía antes empezaba con jarro de agua fría. Báez de calle por una lesión de poca gravedad pero suficiente para aconsejar descanso  en este encuentro. Pese a ello la salida de la Penya era buena con  defensa y control del rebote defensivo. En pista el ritmo era verdinegro, como el control del marcador, de la mano de un Jeter más metido en el juego de conjunto y  acierto en los lanzamientos de Jelinek. Obasohan tomaba el relevo del checo , retirado de pista por un bloqueo en movimiento de Bjelica que merecía algo más que la mirada al cielo de los colegiados. Sólo Oleson tiraba del carro vitoriano hasta la entrada en pista de Teletovic, jugador al que siempre se le encienden las luces en Badalona, aunque Bjelica y Golubovic nos iban poniendo en apuros sin que Tay, Nacho y Jordi pudieran mantener el nivel interior. Acabamos 25-15 y con inmejorables sensaciones.

Pero poco dura la alegría en casa del pobre y un ejercicio de transformismo, de blanco y negro, de aquellos tan habituales en la época de Pepu, nos hundía en la miseria en un pésimo segundo cuarto. Con un desacertado Oliver al mando, sin hacerse en ningún momento con el control del juego, los balones perdidos y la mala selección de tiro junto a una defensa muy tibia allanaba el camino del Cajalaboral hacia el triunfo.

Los triples de Teletovic, las entradas por el centro de la zona de Heurtel y acciones de mérito de San Emeterio ponían un parcial de 2-23 en ocho minutos. Precipitación en ataque, falta de paciencia para elaborar jugadas y falta de conexión entre juego interior y exterior resumían lo que se veía en pista y que sólo mejoraba con acciones puntuales finales de Jeter y Tay para dejar el marcador en un milagroso 36-42 e irnos al vestuario.

Tras el descanso cambió poco la tónica general del segundo cuarto pero la defensa verdinegra puso en mayores apuros a los de Ivanovic aunque Milko Bjelica se hacía con el control del rebote y dificultaba las salidas en transición de la Penya. Acciones puntuales de Norel y un meritorio Van Lacke, buen acierto desde 6,75, nos permitían ganar el parcial y mantener opciones por el partido con el 50-54 del marcador.

Si lo lógico era pensar que habíamos tocado fondo en el segundo cuarto es porque aún no estábamos en el cuarto. Parcial de salida de 0-9 con Prigioni y Teletovic anclados a los 6,75 y derrumbe mental y físico de nuestro equipo. Cada ataque ha sido un padecimiento por la falta de acierto en el tiro, en los pases y la poca idea en la circulación del balón. Seis minutos para anotar , de la mano de un Tay que no ha bajado en la cabeza en ningún momento, y siete puntos en el global de un cuarto que exigía máxima presión, concentración y lucha. Decepción y a la ducha con la cabeza baja, 57-74.

Pésima valoración global de 53 y porcentajes de tiro muy discretos del 41% y 22% en dos y tres puntos. Discretos porque en el primer cuarto nos movíamos en valores muy altos y a medida que transcurrían loa cuartos, el volumen de errores ha ido moderándolos. Bien en libres con 10/11 ( 91%) pese a que hoy eran testimoniales.

La lucha al rebote ha acabado siendo visitante (33-39) y la clara impresión en pista de dominio de los de Ivanovic, muy superiores físicamente. En recuperadas-perdidas ( -7) la impresión ha sido de mayor diferencia por la acumulación errores en el segundo y último cuarto.

Aunque  cuesta buscar destacados en partidos tan pobres como el de hoy, es injusto no destacar la labor de Tay Williams y Federico Van Lacke. Por lo que tiene de esfuerzo, de no perder la cara, de mantener el orgullo alto. Sigue el momento dulce de un Tay al que veremos poco tiempo más por Badalona y las lecciones de profesionalidad de un Van Lacke que puede estar más o menos acertado pero que jamás baja los brazos

Acabó el póker de partidos contra equipos de zona alta clasificatoria y el resumen es que nos queda sabor a enorme decepción. Tres derrotas, dos en prórroga a domicilio, una victoria casera contra Madrid y la » desfeta» de hoy contra Cajalaboral nos dejan la impresión de que lo hemos tenido muy cerca para seguir como siempre. Y este como siempre es especialmente doloroso cuando la nave verdinegra está más pendiente de mirar por el retrovisor que de ir  mirando hacia  adelante, con el riesgo que ello supone de estrellarse. Nos quedamos con cinco victorias, una por encima de un Valladolid colista que remonta a ritmo de fichajes. Con tres derrotas en el Olímpico se impone conseguir la primera victoria a domicilio que empiece a compensar este balance desfavorable y nos traiga aire fresco clasificatorio. Los dos partidos pendientes de primera fase, CAI y Valencia, se presumen vitales para encarar una segunda vuelta en la que debe cambiar la dinámica o podemos pasarlo muy mal.

Es momento de verlo todo negro y con poco optimismo pero queda tiempo y el camino de mejora es muy grande. La Penya ha mostrado capacidad para jugar bien aunque también para hacerlo fatal y toca hacer piña para salvar una situación incómoda pero todavía soportable. Partimos de problemas de diseño asociados a la situación económica que evidenciaban que tendríamos problemas que ya son presente. Aún estamos en Enero, hay tiempo de rectificar y de salvar situaciones límites.

Nos esperan en Zaragoza. Otro equipo con muchos quilos en la zona y dificultades para la Penya. Partido ideal para cambiar de rumbo.

Hasta entonces, buena semana .